Andorra no es un país para inversiones especulativas a corto plazo, sino para consolidar valor, proteger capital y obtener ingresos estables, todo dentro de un entorno fiscal muy favorable.
Ventajas fiscales directas
Andorra no aplica impuesto sobre el patrimonio ni sobre las herencias o sucesiones.
El IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) tiene un tipo máximo del 10 %, pero los primeros 24.000 € están exentos.
La plusvalía por venta de inmueble tributa entre el 1 % y el 15 % (según el tiempo de tenencia), con reducciones significativas si mantienes la propiedad durante varios años.
Revalorización del activo
El mercado inmobiliario andorrano ha mantenido una evolución estable, con un crecimiento medio del valor de los inmuebles entre un 3 % y un 6 % anual en zonas prime como Escaldes-Engordany, Andorra la Vella u Ordino.
La oferta es limitada por razones geográficas y urbanísticas, mientras que la demanda, tanto nacional como extranjera, sigue creciendo.
Rentabilidad por alquiler
La rentabilidad bruta por alquiler de un inmueble puede situarse entre el 3,5 % y el 5 % anual, dependiendo de la zona, el tipo de vivienda y su estado.
Existe alta demanda de alquiler por parte de residentes temporales, familias que buscan instalarse y profesionales digitales, especialmente en inmuebles bien ubicados y amueblados.
Protección y consolidación del patrimonio
Puedes mantener la propiedad a nivel personal o a través de una sociedad andorrana, lo que permite estructurarla según tus necesidades fiscales y sucesorias.
La legislación ofrece estabilidad jurídica, seguridad para el inversor y discreción en la tenencia de activos.
Qué rentabilidad puedes esperar
- Rentabilidad media por alquiler: 3,5 % – 5 % bruta anual
- Revalorización media estimada: 3 % – 6 % anual (según ubicación y tipo de propiedad)
- Ventajas fiscales: exención de patrimonio, IRPF reducido, plusvalías con tribución decreciente